Corriente filosófica de Sartre y Pensamiento filosófico de Sartre.
CORRIENTE FILOSÓFICA DE SARTRE
Sartre perteneció principalmete a la corriente foilosófica del existencialismo
Existencialismo
Es una corriente filosófica que surgió en Alemania hacia la tercera década del siglo XX. De allí se difundió por el resto de Europa, especialmente en Francia. Este pensamiento podría interpretarse como una reacción ante un período de crisis de conciencia a nivel social y cultural.
PENSAMIENTO FILOSÓFICO DE SARTRE
El pensamiento filosófico de Sartre tuvo dos etapas: La primera etapa en la que desarrolló una filosofía existencialista, y la segunda etapa, donde recurrió mas al marxismo
Primera etapa: El existencialismo sartriano
Sartre considera que el ser humano está "condenado a ser libre", es decir responsable plenamente de su vida, sin excusas. Concibe la existencia humana como existencia consciente; El ser del hombre se distingue del ser de la cosa porque es consciente.
Para Sartre en el ser humano la existencia precede a la esencia, que explica con un ejemplo: si un artesano quiere realizar una obra, primero la piensa, la construye en su cabeza. Esa primera idea será la esencia de lo que se construirá, que luego tendrá existencia. En cambio los seres humanos no son el resultado de un diseño inteligente, y no tenemos dentro nuestro algo que nos haga malos o buenos por naturaleza.Sartre dice que nuestra esencia, aquello que nos definirá, es lo que construiremos nosotros mismos mediante nuestros actos. Éstos actos nos se pueden evitar; no actuar es un acto en sí mismo puesto que nuestra libertad no es algo que pueda ser dejado de lado. Todos los demás seres, sin embargo, poseen la existencia de un modo secundario, no forma parte de su esencia, por lo que son seres contingentes, que pueden existir o no existir.
En el pensamiento existencialista de Sartrese destacan las siguientes ideas:
Conciencia prerreflexiva y conciencia reflexiva: La conciencia prerreflexiva es el simple hecho de percatarnos de algo, el tener conciencia de algo, y la conciencia reflexiva surge cuando me doy cuenta de que me estoy percatando de algo.
El ser-en-sí: Sartre niega que existan diferencias entre apariencia y realidad. Sostiene que la cosa es la totalidad de sus apariencias. Si quitamos lo que le confiere la esencia a dicha cosa, que la constituye en tal cosa y no en tal otra, sólo queda el ser-en-sí, que es aquel que se nos presenta, que está afuera del sujeto. Es el ser de las cosas externas, es lo que es y no puede ser nada más.
El ser-para-sí: El ser-para-sí es el ser de la conciencia. Esta, la conciencia, es consciente de algo distinto a ella misma. Ese algo distinto es el ser-en-sí. La conciencia es el manifestarse de un objeto (ser-en-sí) a un sujeto (ser-para-sí).
El ser-para-otro: Sartre defiende que mi yo revela la presencia del otro, cuando ese otro se me da no como objeto sino como un sujeto (ser-para-otro).
Ateísmo y valores: Para el filósofo, la existencia de Dios es imposible. Por tanto, si Dios no existe, no ha creado al hombre según una idea que fije su esencia, por lo que el hombre se encuentra con su radical libertad. Este ateísmo tiene una consecuencia ética: Sartre afirma que los valores dependen enteramente del hombre y son creación suya.
Segunda etapa: Marxismo
Sartre, a partir de los años 60 y hasta el final de su vida, orientó su actividad hacia el marxismo. Fue muy crítico del estalinismo.
Su pensamiento político atravesó varias etapas: desde los momentos de Socialismo y Libertad, agrupación política de la resistencia francesa a la ocupación nazi, hasta su brevísima adhesión al Partido Comunista Francés, y su posterior acercamiento a los maoístas.
Su intento de comunión entre el existencialismo y el marxismo fue muy criticado.
Sartre hizo mucho énfasis en los valores humanistas de Marx.